Liturgia en la pandemia

APOCALIPSIS

A pesar
Que de pena yo me muero
Sigues calladamente sentada
Mirando en un lugar
Donde no hay nada

Quien te viera y quien te conoció
Diría que has cambiado nada
Yo, que te conozco,
Lo confirmo
No has cambiado en lo más mínimo

Eres la más hermosa de las mujeres
La más santa
La semejanza a la perfección (si eso existe)
Pero, yo ya me cansé del bien
Toda mi esperanza eras tú
Pero, sigues calladamente sentada
Mirando a un lugar
Donde no hay nada

Eres la más inteligente
Y sabia
La curva que se vuelve recta
Un verbo-sustantivo
Una falacia de mil quimeras
Varias leches tienen frío
Yo escribo estupideces
Tú lo sabes, lo comprendes
Eres una mujer callada
Que se queda en la nada
Que se queda en la nada

El aire sale por el frío
Rayos bifurcan el arado
Dos números me llaman “hermano”
La circunstancia me devora las entrañas
Estoy sufriendo el fin del mundo
Y he optado por sufrirlo solo
Eras mi amor, mi esperanza

Tú me ves, me dices “desaliñado
Hombre, acércate a encontrarnos”
Yo me acerco, acorde a tus palabras
Y me siento a tu lado, como cuando éramos jóvenes
Y veo la nada, amor
En un silencio muy cálido
Veo la nada

CONTRAPOEMA

Dicen que te conozco
Que visito catedrales y que violo la pandemia
Que babeo cada año del mismo lado
Y escribo con la izquierda

Te conozco…
Como antes de conocerte
Con el juego y con la suerte
Así
Te conozco

Y rezo
Para que sea mañana
Y duermo
Para que se haga de noche
Escribo
Porque me da la gana
Ganas de conocerte
Más…
Más…
Más…
Es un adverbio negativo
Se parece mucho a nosotros si lo piensas:
Siempre más pedimos
Y siempre nos decepcionamos
Más… más… decepcionados
De la vida

Escucho al dormir una música
Que no me deja descansar
Y el amor solo es una palabra
La palabra más pandemia de todas
Yo escribo porque me da la gana
Ganas de conocerte
Más… más… más…

PATAFÍSICA

Ayer vi dos pájaros
Eran felices, un árbol
Los acompañaba, el sol
Refulgía, imponente, en el horizonte
De eventos necesarios para que yo naciera

Siempre me gustó el algoritmo
Entre hombres y mujeres
Indescifrables seres de pienso
Soledad y papel

Una tarde, muy pobre
Vino un cálculo a mi mente
Me pronosticó una humanidad justa
Y necesaria para tener una esposa
Hijos, familias, familiares

Hoy las esquinas están repletas
De muchos destinos
Que no vieron cumplirse su predicho
¡Pobres destinos!

He visto dos pájaros
Sobre un árbol
He visto un horizonte de sucesos
Saludándome con un cálculo
Yo tengo un algoritmo en el nombre
La paciencia
Para que el sol desaparezca, rojo,
Sobre el humano horizonte

EL HOGAR

El hijo escribe
Papá revisa los papeles
Simula que no está ciego de vejez
La escritura es compulsiva
Y causa más dolor que placer
Mamá duerme desde hace cuatro horas
Y no hay nadie que la quiera despertar
El mundo exterior está encerrado
Puesto en cuarentena
El mundo interior es lo que hablo
En forma de poemas
La intimidad del hogar acompaña
Estas tardes de silencio capicúa
Yo escribo la mañana
Con cifras de ultratumba
El futuro…
Bien preciado
Hace tanto frío
Que papá también duerme
Y la luz de un foco verde
Es mi única compañía

LITÚRGICO

Eres un pan
Con el camote de mamá
La espesura del hogar
Su recuerdo
En mi mente
Como antes de ayer
Que me dijiste
Que tenías hambre y carrizo
Que no conocías otros hombres
Más que a tu padre y tu hermano

Los recuerdos vuelven a ulular
Como canción craneana, de un cráneo cerebral
Imposible de extirpar

Ayer te vi sola
Como cuando estás conmigo
Y triste
Como si hubiera muerto tu mascota
(es que “Felpín” tenía 11 años
Y nada dura para siempre
Salvo la eternidad)

Hoy no te veo
Y estoy alegre de no verte
Aunque, me duele no verte
Tal vez volvamos a conversar
Y esta vez
Con menos hambre y más sed
Me dejes compartir
El camote y el pan